Escribo, ligeramente ebrio y muy , pero muy dolido. Pero aprovecho este momento de no tener que hacer nada para empezar con esta porquería que tengo como blog.
Comienzo por el principio: Ely Guerra en el Cavaret. Intenso, potente y corto, quizás demasiado de todo eso. En compañía de Ana Álvarez y Adriana presencié un concierto de 100 pesos (como lo dijo un compa de Abel, el hermano de Ana, haciendo referencia a la duración) donde el sonido fue el talón de Aquiles de la presentación (la neta no se escuchaba chido). Me di cuenta que no soy TAN fan como otros (no canté todas las rolas ni mucho menos), pero disfruté cada nota y frase de la Guerra; además de que está que se cae de buena la cabrona. Su estilo vocal es obviamente muy diferente, pero en cuanto a la intensidad me recordó al vocalista de Radiohead (el bizquito de Thom Yorke). La versión de Júrame (de María Greever incluída en su primer disco producido por Teo Cardalda –quién se ha vuelto tristemente célebre por ser la versión gallega de Lars Ulrich, respecto a las descargas musicales por internet-) fue realmente memorable.
Viernes de Teatro Lírico. Con el firme propósito de visitar el último teatro de burlesque de GDL, me dirigí a este lugar ubicado en Gómez Farías casi esquina con la Calzada Independencia. Pagué 70 pesos de entrada, que me daba derecho a estar sentado en la serie de butacas –que parecían sacadas del desaparecido Cine Alameda- que están dispuestas alrededor de la pista de baile (tubos incluídos). Ya me esperaban cuando llegué, la señora de la entrada –una especie de mesera combinada con matrona- me recibe diciendo que el Wero está en el baño “pero que ahorita sale”, y así fue, salíó y nos sentamos a ver los movimientos sexys de una rubia de ojos grandes y verrugas igualmente grandes: una Jenny Rivera cualquiera. El wero dijo “ando pedo: porque ya la estoy viendo buena”, y no mentía: ya estaba pedo y la estaba viendo tan buena que finalizada la tanda de baile le solicitó se fuera a bañar para que sentara con nosotros. La cubeta para la dama costó 390 pesos (incluía 6 ampolletas de estrella)lo que nos costeó el derecho a estar en el privado, que tiene un sillón y una silla pegados al muro, y que de privado no tiene nada porque está a la pasada de todos. Bailó otra chica, de pelo chino y buen trasero, que después de su mini-homenaje a Mr. Roboto (la verdad bailaba gacho) y por invitación de Yesenia (la Jenny Rivera tapatía) se sentó con nosotros (obviamente tuvimos que cubrir una cuota de 2 ampolletas por 130 pesos). Muy platicadora, amable, me contó su historia y a mi con lo que me gusta platicar con strippers: a toda madre. Pero hubo un momento donde casi no le puse atención porque el espectáculo no era para menos: vi desnuda –y bailando de manera muy intensa- a un clon de Elba Esther Gordillo. No todo fue grotesco, también había mujeres muy lindas pero con sus detalles: la mujer mas linda estaba un poquitín pasada de peso, y la altota de chichis operadas las tenía asimétricas –si, las chichis- como ojos de camaleón. Me gustó y amenazo con ir mas tempra (para ver el show cómico) y acompañado de Felipe y el Dios Ameba.
Después de tanto degenere ¿qué mejor que una fiesta de cumpleaños donde sólo falten las piñatas? Bueno, gordas si había, sólo les faltaba el traje de mesera de Sanborns. Daniela Guzmán me invitó al festejo de los 19 años de Mariana, yo que todavía olía a antro de mala muerte tuve que convivir con los chicos del coro de la iglesia y los egresados del costa: no mames. Evitando quedar dormido ante tal espectáculo, finalicé el día viendo a mi equipo vencer al Puebla 2-0. Llegué a medio tiempo y a partir de ese momento Atlas anotó (les doy suerte a estos cabrones). Gritar un gol es casi tan placentero como un orgasmo, y gritarle al abanderado también tiene su encanto: Joel Clemente y yo lo hicimos hasta que la garganta no pudo mas.
El domingo amaneció con buen clima, y me monté por primera vez en mi nueva bicicleta para ir a la vía recreactiva. Se trata de un modelo de Diamondback llamado Islander del año 2002. Estuvo por lo menos un par de años en la tienda de bicicletas donde la adquirí (a 6 meses sin intereses..jaja) y siempre me hizo ojitos: sobretodo la muñeca que permanece firme sobre la salpicadera delantera, y que ahora me consiente mas bailando mientras avanzo por las tétricas y deterioradas calles de Tlaquepaque. La hawaiiana genera comentarios a mi paso, sobre todo de los mas pequeños, pero la verdad es que imposible no decir nada cuando notas que está bailando: está super naca y me encanta. El trayecto fue de mi casa a la Minerva, estuvo chido pero a mi trasero no le hizo mucha gracia: protestó con un dolor que duró por lo menos un par de días.
(Lápida del panteón municipal de Tecolotlán, donde despiden a una señora su esposo, amantes hijos y etc. El uso de una coma pudo haber iniciado un chisme post mortem)
Fiestas patrias: un viaje a Tecolotlán con Ana Álvarez donde caminé mas de lo que hubiera pensado (y deseado), una chelas (con el Werito, el Patas, la novia del Patas, y un amigo del Patas que simplemente lo invita para verse galán -el tipo en verdad es feo-) en un bar enfrente al cucurrucucú del centro, donde pudimos ver los fuegos artificiales sin sufrir las inclemencias del tiempo, además la cubeta de 10 XX ámbar costaba 115 pesos (pinche Patas no falla en su constante búsqueda de la cubeta mas bara de la ciudad).
Después de un viernes tranquilón de micheladas en el Lagartos de Federalismo (otra sugerencia del Patas), el sábado tuve mi última cita con Daniela: fuimos a ver "Arráncame la vida". Durante la proyección pude recordar frases que leí cuando tenía 12 años, y no porque haya comprado el libro, o me lo hubieran dejado de tarea en la secundaria: lo leí –a escondidas, por cierto- porque ese título le tocó a mi madre en el club del libro de la señoras Swecolinas (esposas de los inges o empleados picudos de la empresa donde laboraba mi papá). La neta la hojeé por curioso, me enganchó y no pude dejar de leer esta novela: siempre cuidando de dejarla justo en el lugar y la forma que la había encontrado, para que mi madre no la hiciera de tos por leer líneas como “pero eso de ver el pito parado de un señor es otra cosa”. La verdad es que andaba de genio (¿cuándo?) y todo se me juntó: apagué el celular para ver la película…..y olvidé encenderlo. Al domingo siguiente y después de mi segunda travesía ciclista Casa-Minerva-Casa a bordo de la hawaiianita
, me habló Ana Álvarez para decirme “¿ya estabas adentro o no te interesaban los boletos?”, ¿boletos? ¿boletos para que? Se trataba de un evento de un concurso de rock, donde las bandas chidas fueron Molotov…..y Café Tacvba!!!! Verga: me encabroné tanto….. por mi puto humor desalineado me perdí un concierto chido y como me gustan: gratis!
La semana inició con la entrega de mi libro, bueno mi tesis doctoral con número ISBN, el cual ha desatado toda una controversia en el CUCEI: soy víctima de los peores chismes, y soy comidilla de los pasillos de toda la gente que no tiene que hacer. Yo estoy tranquilo, pero supongo que las cosas se van a poner peor. Con el libro en manos, pasé a dejarlo a la casa de la Geisha después de n mensajes donde se dio ese tipo de comunicación que no extraño y que supongo que ella tampoco: que si, que no, que mi novio, que los problemas que me generas, que te agradezco, que perdón, que felicidades, que no se que tantas madres……si, me volví a marear.
El viernes Omi (jajaja Daniela y sus secuelas…..por cierto gracias a ella rebauticé a buen Soto como Soti) me dijo que si tenía invitación para el evento de Modelo Light, respondí que no, pero que podía hablar con un amigo: el Pomo (magnate que trabaja para el grupo modelo desde hace ya varios años). Como a eso de las 6 de la tarde tenía mi invitación….y nadie con quien ir. Le hablé a Abril y me mando al carajo (merecido lo tengo…..espero poderla ver pronto), a Andrea y nada, y decidí ir solo: total con chelas gratis todo se perdona. La cita era en una terraza para eventos muy picudo por el camino a la Mojonera, el pedo era que los autos no avanzaban (se estacionaron por ambos lados de la ¿calle? –pinche brecha culera- y no había como circular en los dos sentidos), y cuando por fin pude estacionarme (en medio de un Minicooper y un Honda) tuve que caminar cerca de un kilómetro sin alumbrado público. Lo peor fue que llegando a la fiesta (ooooo o u oo…te veo besándote con otro..jaja) había como 10,000 personas: mujeres muy lindas pero evidentemente cansadas de caminar por el empedrado en tacones por mas 2,000 metros, cabrones faroles de todos colores, y aparentemente todos ellos estaban muy sedientos. Ya no había chelas en los bares. Sin chelas Motel y Suzie 4 no se antojan. Luego me vino a la mente la imagen de la salida del evento: chorrocientos mil autos en una brecha tratando de largarse al mismo tiempo. No gracias, saludé a un par de amigos (entre ellos el puto de Omar que me había informado de esta madre) y salí. Tardé 40 minutos en llegar al Tec porque seguía llegando gente al evento. Terminé en los famosos equipales ¿Qué le ando buscando?
Sábado de clásico. Después de recoger mi tomo de tesis (en formato tradicional) parto rumbo a Cd. Guzmán con mi hija y mis padres a una reunión por el cumpleaños de mi prima Elisa (que ahora me doy cuenta que es fan de el Mago de Oz a sus 13 años: órale!). Le cancelé a Joel su invitación a ver el juego en la zona A del estadio (como lo había hecho en todos los partidos anteriores del Atlas de local), pero no tenía como dejar a Ana. En un centro comercial me encontré con Tere Hernández, quien también me ayudó en mi tesis por cierto, y puso un negocio de venta de fruta mientras pasa el periodo de zafra y vuelve a su empleo en el ingenio de Tamazula. Llegó a casa de mi abuela a ver lo que resta del segundo tiempo (no soporto ver el fut por tele, mucho menos tratándose de Atlas), la transmisión de TVC se corta: se ve el marcador 0-0, luego un festejo, luego vuelve el audio original de la narración……y ya va ganando la chiva 0-1. Así quedó. Y yo con ganas de partirle la madre a alguien: supongo que el lunes que regrese a CUCEI tendré varias opciones para hacerlo.
Me gustas tu - Manú Chao
Album:
Que hora son mi corazn
Te lo dije bien clarito
Permanece a la escucha
Permanece a la escucha
12 de la noche en La Habana, Cuba
11 de la noche en San Salvador, El Salvador
11 de la noche en Maragua, Nicaragua
Me gustan los aviones, me gustas tu.
Me gusta viajar, me gustas tu.
Me gusta la maana, me gustas tu.
Me gusta el viento, me gustas tu.
Me gusta soar, me gustas tu.
Me gusta la mar, me gustas tu.
Que voy a hacer,
je ne sais pas
Que voy a hacer
Je ne sais plus
Que voy a hacer
Je suis perdu
Que horas son, mi corazn
Me gusta la moto, me gustas tu.
Me gusta correr, me gustas tu.
Me gusta la lluvia, me gustas tu.
Me gusta volver, me gustas tu.
Me gusta marihuana, me gustas tu.
Me gusta colombiana, me gustas tu.
Me gusta la montaa, me gustas tu.
Me gusta la noche, me gustas tu.
Que voy a hacer,
je ne sais pas
Que voy a hacer
Je ne sais plus
Que voy a hacer
Je suis perdu
Que horas son, mi corazn
Me gusta la cena, me gustas tu.
Me gusta la vecina, me gustas tu.
Me gusta su cocina, me gustas tu.
Me gusta camelar, me gustas tu.
Me gusta la guitarra, me gustas tu.
Me gusta el regaee, me gustas tu.
Que voy a hacer,
je ne sais pas
Que voy a hacer
Je ne sais plus
Que voy a hacer
Je suis perdu
Que horas son, mi corazn
Me gusta la canela, me gustas tu.
Me gusta el fuego, me gustas tu.
Me gusta menear, me gustas tu.
Me gusta la Corua, me gustas tu.
Me gusta Malasaa, me gustas tu.
Me gusta la castaa, me gustas tu.
Me gusta Guatemala, me gustas tu.
Que voy a hacer,
je ne sais pas
Que voy a hacer
Je ne sais plus
Que voy a hacer
Je suis perdu
Que horas son, mi corazn
Que voy a hacer,
je ne sais pas
Que voy a hacer
Je ne sais plus
Que voy a hacer
Je suis perdu
Que horas son, mi corazn
Que voy a hacer,
je ne sais pas
Que voy a hacer
Je ne sais plus
Que voy a hacer
Je suis perdu
Que horas son, mi corazn
Que horas son, mi corazn
Que horas son, mi corazn
Que horas son, mi corazn
Que horas son, mi corazn
Que horas son, mi corazn
Radio reloj
5 de la maana
No todo lo que es oro brilla
Remedio chino e infalible
Preparándome para el concierto de Manú Chao del martes próximo, y recordando aquel concierto del zócalo capitalino, me quedo escuchando a este pinche chaparro (no hay chaparro que no sea cabrón…como dijo un compa del Volantín del wero). A ver quien se apunta, con eso de que no las traigo todas conmigo.
